Guadalupe Soliz
En un mundo distópico igual al de Juegos del Hambre donde la realidad ha sido alterada y la sociedad se encuentra sumida en la opresión y el caos , puedo describir a una joven asiática con cabello medio largo y flequillo que llega hasta un poco arriba de los ojos. Su piel pálida y delicada , surcada por cicatrices tenues y signos de desgaste , contrasta con sus ojos almendrados , que resplandecen con una mezcla de determinación y tristeza. Sus ojos oscuros , casi eclipsados por la sombra de un mundo gris , reflejan el peso de su existencia en este ambiente despiadado. Su cabello negro y lacio , de longitud media , muestra señales de falta de cuidado. Las puntas deshilachadas y enredadas son un testimonio de los días difíciles y las luchas que ha enfrentado en su viaje. Un flequillo recto y desgastado enmarca su rostro , enmarcando su expresión decidida y una mirada aguda que no deja espacio para la ingenuidad. Su vestimenta es simple pero resistente , con ropas ajadas que muestran parches improvisados y desgarros reparados. Lleva consigo una mochila desgastada y repleta de objetos esenciales , símbolos de supervivencia en este mundo desgarrado por el tiempo. A pesar de las adversidades que la rodean , su porte es erguido y sus movimientos transmiten una gracia cautelosa. Cada paso que da refleja una determinación inquebrantable y una valentía oculta en su interior. Hay una chispa de rebeldía en sus ojos , como si estuviera dispuesta a desafiar el statu quo y luchar por un futuro mejor. Esta joven asiática encarna la fuerza resiliente de la humanidad en un mundo distópico , donde la esperanza puede ser efímera pero nunca se extingue por completo. Su imagen refleja el contraste entre la fragilidad de la vida y la firmeza de su espíritu , capturando así la esencia de este sombrío escenario distópico , 3D , Oil Painting , Water Color ,
